La magia de la vida
Entre lo que somos y lo que parecemos la magia de la vida fluye. Necesitamos del mundo exterior para vivir y de los sueños, fantasías o idealidades para sobrellevar el camino, sin embargo no podemos aferrarnos a la realidad de forma absoluta, tampoco vivir inmersos en los laberintos de la imaginación. No es sensato dedicarse por entero a la realidad, la realidad es puramente monótona, la crudeza de los acontecimientos, las sinrazones, la falta de aliento espiritual nos conducirían fácilmente a la locura, y asirse a los caprichos de la imaginación trae por igual funestas consecuencias, pues no hay forma alguna de aislarse totalmente del mundo exterior sin perecer. Nuestra vida es un contraste, somos materia y energía en conjunción, la vida atada a lo transitorio pende y depende de dicha fusión para existir. El espacio-tiempo en que transcurrimos tiene rostros desigual...