El universo
El universo está
cambiando constantemente,
aun en la aparente inercia de las piedras
hay un principio de evolución,
las formas se repiten
y adquieren
a la vez nuevos matices;
se transforman, atraviesan
desde hace millones de años
los límites del inicio,
buscan desesperadamente la perfección.
La incansable curiosidad del ser humano
está más que justificada
y tiene más de una Justificación,
doquiera puede encontrarse
una clave del origen,
sobre todo en el espacio infinito,
poblado de lugares
y mundos inexplorados,
de cuerpos multiformes,
fenómenos misteriosos
y objetos
hasta ahora desconocidos.
En lo que a descubrimientos nos concierne,
la imaginación ha tenido mucho que ver,
las herramientas y equipos sofisticados,
de los cuales el ser humano
se vale para incursionar en el campo
de la investigación científica,
han sido al principio una idea,
una idea por suerte presentada
en el lugar
y el momento preciso
y que luego de ser analizada,
debatida ampliamente,
trabajada en conjunción
y perfeccionada,
es puesta a prueba
y finalmente aprobada.
Gracias a la imaginación
hemos podido elaborar tecnologías
que nos ha permitido
entender la realidad
y dar respuestas
a grandes interrogantes.
Nos hemos aventurado a conocer
las lejanas regiones
del universo
y hemos comenzado
a interpretar su lenguaje
y reconocer que todo
cuanto permuta en su infinitud
esta de un modo u otro bajo una ley
de renovación y de sucesión infinita.
El universo tiene su propio lenguaje,
en él prevalece una dinámica de creación,
mutación y destrucción;
prodigio que endiosa
la asistencia del misterio
y nos confirma una y mil veces
que aquello que en el caos
condujo al orden,
aún trastoca su apariencia
a través
de un caos
menor e ininterrumpido
que posiblemente de espacio
a un orden mayor.
Rafael N. Fernández
Comentarios
Publicar un comentario