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Mostrando entradas de septiembre, 2021

Madre de los Pobres

No sería hasta el 10 de septiembre de 1946, cuando la voluntad de Dios volvería a hacerse presente en la historia a través de la persona de Agnes Gonxha Bojaxhiu, una sencilla y afable monja católica, que nace en Skopje (Yugoslavia) el 26 de agosto de 1910. El 10 de septiembre del año 1946 y después de 20 de vida de religiosa en el Colegio Santa María en Calcuta, recibe la inspiración de vida: “La llamada dentro de la llamada” que la conduce a actuar más allá del convento, algo más profundo que el destino le habla del camino a seguir y conforme al camino actúa, inicia una nueva vida y cambia su nombre al de teresa, en honor a Thérèse martin canonizada en el año 1927 como santa Thérèse de Lisieux. A partir de ahí se compromete a ser luz en medio de las tinieblas del sufrimiento, a ayudar a los niños, a los ancianos, a los enfermos, a los hambrientos, a los indigentes, a los huérfanos, a los desamparados, a los grandes marginados y despreciados del mundo. Veía a Cristo en t...

Perfección corpórea

La apariencia física tuvo un lugar preponderante en la antigua, lo místico estaba tan ligado a la belleza que para estar en comunión con la naturaleza y por ende con el poder que la regia, era necesario haber alcanzado cierto nivel de esteticidad. Estar desaliñado, ser indisciplinado, irreverente o tener muy poco atractivo, equivalía a un desorden anímico inaceptable, un desequilibrio que imposibilitaba la plena comunicación con el orden mayor que prevalece en todo lo creado. La creación de ideas, métodos e hipótesis tenía un solo objetivo: la obtención de una amalgama perfecta de cosas, de una fórmula mágica con la cual alcanzar una figura simétricamente aceptable, acorde a lo establecido y a la altura real del universo. Las ideas primitivas, hijas legítimas del dogma limitaban por demás el campo de apreciación de lo bello, las cualidades intrínsecas no tenían mayor validez, lo trivial tenía asegurado su trono en la historia y la belleza auténtica, la que cor...

Poetas

A nosotros nos toca nombrar lo inaudible y ver con nuestros ojos interiores lo que está más allá de nuestros propios ojos. Nos toca llegar a las entrañas de la realidad y entender desde el silencio todas las sombras y traducirlas después con el mismo infinito lenguaje con que las sentimos. Nos toca ser luz en el camino de las horas; permanecer como arboles en medio de la vorágine, combatir día tras día lo que oscurece nuestra hermosa y gran morada terrena. A nosotros nos toca izar la bandera de la justicia, cristalizar la esperanza; hacer florecer bajo el tiempo la verdad que destrona lo innecesario, la verdad que sustenta el equilibrio, que hace espacio a lo correcto y da sentido, equilibrio, profundidad y razón a la existencia. Rafael N. Fernández