Salmo 1 de Ernesto Cardenal
Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido
ni asiste a sus mítines
ni se sienta en la mesa con los gansters
ni con los generales en el Consejo de Guerra
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee sus anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans.
Será como árbol plantado junto a una fuente
Ernesto Cardenal, poeta nicaragüense, 1925
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